El pasado mes de febrero tuve la oportunidad de presentar una nueva teoría en el Máster de Evolución Humana (UCM, UAH y UB) invitado por el prestigioso Biólogo evolutivo Juan Luis Arsuaga, sobre uno de los enigmas más curiosos que traen de cabeza a los científicos que estudian la evolución humana ¿por qué nuestro glúteo mayor es el más grande entre los primates cuando apenas entra en acción durante la marcha bípeda?
Sin relación con nuestra característica locomoción han surgido diferentes teorías que tratan de explicar este fenómeno con mayor o menor fortuna, y que van desde la teoría de la carrera, donde el GM haría las funciones de estabilizador del tronco hasta la hipótesis sexual, donde el GM haría las veces de reclamo sexual, por mencionar las más destacadas.
La teoría planteada se fundamenta en la postura de relación social más extendida entre los primates: las cuclillas y en el cambio de vector de salida de esta posición hacia una nueva posición: la bipedestación.
Este cambio originado por la adopción «virica» de la bipedestación en un grupo social suficientemente numeroso exigió una adaptación fenotípica en el glúteo mayor de los infantes, con la finalidad de responder a la fuerza de la gravedad desde las cuclillas hasta la vertical. Un cambio que dejo huellas indelebles sobre los tejidos que lo sufrieron. La zona del Glúteo que utilizamos en la terapia Vojta es testigo de dicha transformación.
Para más información:
https://terapiavojtayevolucion.wordpress.com/2019/02/02/por-que-tenemos-el-culo-tan-grande/