Diferencia con otras terapias

No se trabaja el movimiento como movimiento en sí a través de órdenes voluntarias, no se ensayan funciones como el volteo, la marcha, o la prensión. Nuestro objetivo es lograr la carga sobre diferentes apoyos. El paciente, no obedece órdenes, es el terapeuta el que activa y espera una respuesta refleja, accediendo a unos patrones motores necesarios para determinados movimientos.

De esta forma se influye a través de las diferentes vías aferentes del sistema nervioso central, para activar no solo patrones espinales sino que con el enderezamiento del cuerpo contra la gravedad, y el equilibrado ajuste corporal del tronco sobre los puntos de carga mantenidos, se accede a las vías superiores del control de la postura y del equilibrio.

Después del tratamiento-Vojta, el paciente dispone de forma espontánea de dichos patrones parciales innatos.

Con esta terapia no sólo influimos sobre los grandes procesos motores, sino que también se activan musculatura más específica consiguiendo una mejora en:

  • dirigir la mirada (motricidad ocular),
  • movimientos de lengua y mandíbula (motricidad orofacial)

y funciones vegetativas como:

  • la regulación de la función vesical e intestinal
  • la respiración
  • la succión y la deglución.