La terapia Vojta es de gran utilidad en todas las especialidades médicas como pediatría, neurología y traumatología y es parte imprescindible en el equipo terapéutico multidisciplinar.
El Dr. Vojta descubrió que era posible desencadenar unas reacciones motoras repetidas (patrones de locomoción refleja) en el tronco y en las extremidades a partir de estímulos definidos y partiendo de unas posturas determinadas. Al poder provocarlo en recién nacidos sanos y luego en adultos, pensó que se trataba de patrones motores innatos.
Cuando se produce una lesión del sistema nervioso central y del aparato locomotor, por la causa que sea, esos patrones motores innatos sólo pueden ser utilizados espontáneamente de forma incompleta.
Con la llamada «locomoción refleja», Vojta desarrolló un método que permite el acceso a estos patrones elementales.
En el método Vojta no se aprenden ni se entrenan movimientos “normales”, el terapeuta presiona selectivamente zonas determinadas del cuerpo, estando el paciente tumbado sobre su abdomen (decúbito prono), espalda (decúbito supino) o de lado (decúbito lateral). Este estímulo, en el ser humano de cualquier edad, provoca de forma automática y sin iniciativa propia de la persona, la activación de dos complejos de movimientos:
- La reptación refleja, conduce a un movimiento de tipo arrastre.
- El volteo reflejo, comienza en decúbito supino y, pasando por el decúbito lateral, sigue su proceso hasta llegar a la denominada marcha cuadrúpeda, gateo.
Ambos contienen los principios básicos de toda locomoción:
- Enderezamiento del cuerpo en contra de la gravedad
- Control del equilibrio y la postura sobre los puntos de apoyo (control postural).
- Movimiento propositivo de prensión y del paso de las extremidades.